Llevamos siglos sobreviviendo, primero "físicamente" (disponiendo de alimento) y después "emocionalmente" (cuidando a los demás y siendo cuidados); nuestro equilibrio emocional depende de un sistema básico de aceptación o rechazo. Una idea muta y se transforma con cierta facilidad, pero ¿y un sentimiento?.
Muchos de esos sentimientos nos provocaron modelos de adaptación y respuestas que se hicieron instintivas, preprogramadas, dando forma a nuestro inconsciente. Ahora repetimos esos patrones hasta que el dolor físico o el emocional nos empujan a buscar soluciones.
Cuanta más profunda haya sido la "grabación" de esos programas, más fuertes serán las resistencias que encontraremos. Pero se pueden descodificar.¡¡
Aquí va la segunda parte de la introducción.